Todos alguna vez hemos sumado y restado
utilizando los dedos. Pero está claro que este sistema no es
precisamente el más rápido. Si nos acostumbramos a realizar operaciones
sencillas sin utilizar la calculadora, observaremos cómo vamos
progresando satisfactoriamente en otras más complicadas. Nuestra mente
se volverá así más ágil a la hora de resolver otros tipos de situaciones
que necesitan de una respuesta rápida.
No es necesario papel ni calculadora, sólo pensar. Las reglas de
cálculo son muy sencillas, es una cuestión de práctica y concentración.LEER MÁS...